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Fernando Zorrilla, 7 meses y medio

En 7 meses y medio, Fernando Zorrilla ha pasado de la silla de ruedas a ser campeón de España.

La evolución de Fernando Zorrilla ha sido increible, hace 7 meses y medio salvó la vida de milagro, se encontraba debajo de un coche que se lo había llevado por delante, con el cuerpo reventado. Ahora el 19 de febrero ha vuelto a ser Campeón de España, en la prueba más dura muscularmente de los Campeonatos de España .

Fernando nos cuenta de forma detallada como fue la historia DE SUPERACIÓN.

¿ Cómo fue la historia del atropello y tus inicios desde la cama del hospital ?

Me atropellaron 5 de julio, fue un accidente muy serio, el coche me pasó por encima y estuve 11 días hospitalizado, medicado por los tremendos dolores y estabilizado en una camilla, afortunadamente no me operaron. Cuando me quitaron el gotero regresé a casa pero tuve que tomar muchas pastillas para ir recuperando y calmando el dolor. También tuve que volver a casa de mis padres ya que solo no me valía por mi mismo y mi mujer trabajaba.

Allí, tras estar unos días en una camilla que conseguimos, a las dos semanas ya pude sentarme en una silla de ruedas, dolía mucho ya que sufrí una fractura de cadera, así poco a poco fui dando paseos en silla de ruedas, primero de 15 minutos y soportando el dolor. Después Alex, el entrenador del Stadium, consiguió un aparato de electroestimulación para recuperarme y estimular el movimiento de las piernas.

Al final cuando me pude levantar estaba muy débil, me pesé y había perdido más de 10 kg, estaba por debajo de los 60 kg.

¿ Cuándo te diste cuenta que podrías volver a entrenar ?

Hubo un punto de inflexión, fue pasado el mes el día que me quitaron los puntos, ahi ya me metí en la piscina, pero no nadaba, solo un contacto con el agua ya que la movilidad la tenía muy reducida.

Aun así, el estar moviéndome en el agua, sin apoyo de peso en la cadera me empezó a ir mejor y poco a poco note que progresaba mucho, comencé en breve a nadar sin mover las piernas.

Anímicamente cuando estaba en la piscina con todos los estímulos que suponía; ver a los compañeros entrenando, sentir que me podía mover, que llegaba con sueño y hambre a casa… me hacía venirme arriba. Después de unas semanas además de la piscina comencé a meter pesas, iba en silla de ruedas al gym y la gente me ayudaba cambiar de máquina, ya metí piernas y fortalecer.

¿ En el agua una vez que pudiste nadar con más o menos movilidad total, llegaste a acumular sesiones ?

Realmente estuve hasta principios de octubre sin fallar ni un solo día en el agua, metía 5000 m diarios y hubo días de 9000 m, al final era nadar todo lo que podía. De forma paralela pasados 2 meses comencé a montar en bicicleta estática.

¿ Cómo fue tu evolución en los pedales ?

Aquí también hubo una evolución, eran bicicletas como las de los parques para los abuelos, con un asiento y agarraderos, después pasé a una bici más vertical y acabé con el rodillo en casa. Fue en en el rodillo cuando comencé con la cabra, muchas sesiones, para mi era más cómodo pues apoyaba el peso de los brazos en los apoyacodos y liberaba la cadera. Todos los entrenamientos eran consensuados con los médicos.

¿ En cuanto a correr ?

Igual que lo anterior; evolución y evolución. A los 3 meses comencé a andar con las muletas, poco a poco sin ellas, los primeros días notaba la inactividad, sobre todo en las plantas de los pies, los cuadriceps … tenía muchos dolores. Comencé a andar todo lo que pude, iba a todos los sitios andando.

Notaba que la cadera se me iba y la tenía rara, pero era lógico por la falta de trabajo. Además me miraba al espejo y notaba que tenía un bulto en la espalda y un lado lo tenía descompensado, lo tenía diferente. Finalmente con trabajo de gym y con el fisio a finales de octubre comencé a correr.

Fue poco a poco, andar 3 minutos y correr 2 y poco a poco incrementando los cacos. Al principio lo toleraba pero después de 3 días comenzaron los dolores de espalda, gluteo… entonces comencé a ver peligro en correr y paraba algunos días.

Poco a poco conseguí que los dolores fueran menores y para diciembre conseguí correr más de continuo y a finales de año comencé a hacer entrenamientos con el equipo, más despacio que ellos pero ya con más volumen. Así en enero ya estaba haciendo entrenos de series aunque cortas.

¿ A nivel psicológico cómo lo afrontaste ?

A mi desde el principio nadie supo decirme nada, me refiero a si volvería a hacer deporte o no. Una vez ves que sobrevives y ves que podrás tener una vida normal ya te empiezas a plantear si habrá deporte o no, pero nadie te sabía decir nada ya que al no operar la cadera te quedaría en la posición que te soldase sola.

Así con esa incertidumbre te acostumbras a esperar, pero claro esa incertidumbre te generaba mucha ansiedad ya que toda mi vida giraba en torno al deporte, mis decisiones vitales, mi día a día después del trabajo, mis amigos…. Al final llegó un punto que no me comí más la cabeza y me centré en superar el día a día y ver hasta donde podía llegar, ya que nadie me decía nada concreto en cuanto a mi recuperación deportiva.

Al ver que cada día era un pequeño paso hacia adelante comencé a venirme arriba mentalmente. En estas últimas semanas veía que ya estaba a niveles de 2022 por las mismas fechas y eso me hizo venirme arriba para este campeonato.

Luego después de lograr lo que he logrado, echas la vista atrás y dices: «si es que hace apenas un mes aun estaba preocupado de no pasarme por si me rompía».

Ha sido algo increíble y ahora queda todavía mucho trabajo, mis sensaciones son de que mi cadera es distinta.

 

 

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