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Entrenamientos de aguas abiertas ejecutados en piscina

Entrenamiento en aguas abiertas y su progresión y ejecución en piscina

El entrenador Jorge San Martín, @trainerjsm nos orienta en este tipo de entrenamientos para ser más sólidos o no tener miedos a la hora de trasladarlos al mar.

Quién no se ha enfrentado por primera vez a una sesión de «open water´´ y ha sentido miedo? Miedo a lo desconocido, por no saber que hay debajo de nuestro impoluto neopreno

-Miedo a perderse, si realizamos nuestro entrenamiento en el oasis vacacional correspondiente…
-Miedo a desorientarse, movido por las mareas y corrientes…

Para superar todas esas fobias y ser mejores nadadores de aguas abiertas o triatletas tenemos que tener en cuenta los siguientes aspectos en nuestro entrenamiento diario:

Entrenamientos aeróbicos (eficiencia aeróbica): márcate pequeñas tareas técnico-tácticas dentro de cada bloque de trabajo, es decir, si el entrenamiento son 3×800/30´´ AEM, céntrate en contar las brazadas cada 50m, busca la sensación de coger agua en cada brazada, escucha tu respiración, hazla lo más fluida posible, revisa la alineación de tu cuerpo cada 100m.

Todas estas tareas tienen un objetivo claro, y es que no te disperses cuando salgas a nadar al mar, ya que tenemos muchos elementos externos que nos dificultan focalizar la atención en nuestro nado y nos hacen bajar el rendimiento.

Variabilidad: esto hace que domines el medio y que lo sientas tuyo. Tareas diferentes, con materiales diferentes, nado sin virajes, con boyas, elevando la cabeza buscando con la mirada«X´´ elementos, tramos de buceo seguidos de nado, nadar con «X´´ brazadas cada largo, y un sin fín de variantes que podemos utilizar para que al trasladarte a la playa te sientas cómodo y seguro.

A modo de ejemplo, 10×100/20´´ AEM haciendo las impares sacando cabeza cada 5-7 brazadas y las pares con giro de boya.

Orientación: al hilo de lo anterior, debemos conocer las diferentes herramientas que nos permiten saber nuestra posición en el mar, tales como referencias terrestres (árboles, edificiones, torres de socorrismo), referencias acuáticas (barcos, líneas de playa). Para ello es imprescindible sacar la cabeza y mirar adelante.

Y eso solo tiene que ser un gesto para mirar, no para respirar ni para fijar la posición de la cabeza con la mirada al frente. Es un movimiento único, breve, que no rompe el ritmo de nuestro brazada ni nuestro ritmo, sólo se aumenta el batido de piernas para evitar la caída de las mismas al elevar la cabeza.

Entrenar en el mar: comienza por entrenamientos donde busques sensaciones de comodidad, evitando agobios, elige playas sin corrientes, a poder ser bahías, y, una vez que consigas nadar cómodo podemos empezar a hacer entrenamientos específicos de aguas abiertas, como entradas al agua, salidas, series por tiempo, series a pies, aprender formaciones de nado…

Para acabar mencionar que este tipo de trabajos tendrán que progresar de lo más general a lo más específico, a medida que se acerquen las competiciones haremos más hincapié en ellos, además de aumentar la intensidad de los mismos y de trasladarlos de la piscina al mar

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