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La grandeza del Challenge Madrid

Challenge Madrid, una prueba a la altura de las mejores del mundo

Dos días han pasado de la disputa del Challenge Madrid, tiempo suficiente para darse cuenta de la categoría de prueba que se ha conseguido. Obviamente hubo cosas mejorables, pero el artículo de hoy es solo para ensalzar la grandeza de la prueba con una logística a la altura del IRONMAN de Hawaii en muchos aspectos.

En el segmento de natación se sacó petroleo de una ubicación complicada, no por el embalse, perfectamente delimitado y señalizado con boyas sin opciones de pérdidas, sinó por el trayecto del agua a la línea de montaje donde hubo que emplear casi dos kilómetros de moqueta, con unos boxes que tenían una difícil ubicación.

Una vez cogida la bici, el titular sería; una logística de la Vuelta a España al servicio del Triatlón. En ellos esperaba un recorrido de 170 km lineales cuya complicación organizativa fue de 10. Casi todo el recorrido coneado, más de 150 km, conos cada 20 metros, algo que no tiene precedentes y que jamás he visto en una prueba. Para hacerse una idea se emplearon 10800 conos.

Pero además el dispositivo de Protección Civil estuvo a una altura tremenda, cada cruce, cada calle de las varias poblaciones que se atravesaban, estuvieron controladas por miembros del cuerpo. Poblaciones que los fines de semana son un hervidero de gente como Miraflores, Rascafría, El Escorial y Guadarrama en fiestas, cortadas desde el paso del primero al último, en todas ellas el trabajo de los policías locales y voluntarios fue enorme.

Además un tramo de carretera de 25 km, el Puerto de la Morcuera de subida y bajada cortado al tráfico, por más de 3 horas. Todo esto acompañado de más de 70 guardias civiles motorizados junto a los respectivos vehículos controlando todos los cruces, cualquier coche o moto ajena a la organización que invadía el circuito era sacado del mismo.Todo el entramado de la DGT estuvo controlado desde el aire con dos helicópteros.

Además de una señalización con carteles bien visibles en los puntos conflictivos del circuito.

La entrada a Madrid donde estaba la T2, se situaba justo en el límite de la almendra central de la ciudad más grande de España, se hacía por la puerta norte de la Casa de Campo, sin duda el punto más peligroso del circuito debido a la presencia de domingueros sueltos, estuvo cubierta por voluntarios que controlaban la invasión al recorrido y coneada hasta la alfombra de boxes.

Entrados en la maratón, fueron los voluntarios los que tomaron el control cogiendo las bicis de los participantes, ayudando en la carpa de boxes, avituallamientos, pulseras de paso y demás.

En cuanto al dispositivo en carrera había un total de 20 avituallamientos para los 42 km de la maratón con geles y barritas 226ERS, Powerade, agua….

Después la policía local controlaba todos cruces y calles durante más de 8 horas.

El colofón final fue la meta en la Puerta del Sol, única en el mundo, con un toque de emotividad superando los límites imaginables. Los 100 metros finales enmoquetados, meta muy amplia con el reloj de las campanadas al lado. Después un postmeta en la que no faltaba nada, masajes, comida, bebida, y para el bien del deporte control anti doping sorpresa.

En definitiva una prueba que promete un gran crecimiento en las próximas ediciones.

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