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Como adaptarse a los compromisos navideños

Sonia Bejarano nos da las pautas para compeginar entrenamientos con los compromisos navideños,! adáptate o muere !

Sí, la Navidad ya nos ha engullido. Un mes lleno de comidas, cenas, ajetreo, regalos, colas y excesos aunque también de ilusión y encuentros. En estas fechas solemos modificar nuestros hábitos, horarios y por supuesto dieta y es fácil caer en continuas excusas para propasarnos y dejarnos llevar por nuestro “Yo Hedonista” mal entendido, así, si no intentamos equilibrar o compensar un poco el ritmo de comidas y fiestas, es fácil que pasemos un mes con muy malas sensaciones durante los entrenamientos.

Podemos afrontar estas fechas con diferentes actitudes, unas no son ni mejores ni peores que otras, sin embargo, deberíamos ser consecuentes, elegir la que mejor se adapte a tus prioridades y valorar las consecuencias de la elección, eso solo dependerá de ti:

1. Dejarnos llevar, abandonarnos al descontrol de comidas de empresa, amigos, familia, disfrutar si, por supuesto pero añadiendo en este pack el suplemento extra de 2kg de ganancia de peso corporal (media española), camuflados en los manidos propósitos de enmienda de año nuevo. En cuanto a entrenamientos, estos días también suponen una época de descontrol y tus rutinas en las sesiones desaparecen.

Lo malo de este plan es que, seguramente, no hayas logrado quitarte de encima todo el peso extra que cogiste en vacaciones de verano por lo que el trabajo empieza a acumularse y tus sensaciones posteriores tampoco serán buenas. Llegará el periodo de sufrir las consecuencias si tienes competiciones próximas. Seguramente en febrero vuelvas a sentir buenas sensaciones pero cuenta con un enero complicado…

2. La otra cara de la moneda; ser estricto en cada comida social, disminuirlas al mínimo posible y cohibirte en postres, bebidas, aperitivos… estando más pendiente de lo que ingieres y de la hora que es (para marcharte a casa a descansar o a entrenar) que de la fiesta en sí. Tu propósito es seguir con tus hábitos a pesar de las festividades y esto te supone un continuo esfuerzo, lucha contigo mismo, disciplina férrea, prueba de autocontrol y fuerza de voluntad constante, con el peso psicológico que conlleva.

En los entrenamientos no solo no pierdes sesiones sino que tu plan permanece inamovible aunque las sensaciones durante la actividad no sean buenas, al fin y al cabo, variaciones en las horas de descanso y dieta se reflejarán en cierta medida (esto puede llegarte a exasperar). Probablemente llegues a desear que se acaben estas fiestas y te suponga un estrés añadido difícil de manejar tantas semanas, quizás deberías dejarte llevar un poco o al menos adaptarte.

3. Busca tu equilibrio. Asume la época navideña, no puedes mantenerte al margen ni dejarte llevar completamente (los compromisos sociales son interminables). Elige qué comidas o cenas son las más importantes y en cuáles serás más flexible con la bebida y comida e intenta cuidarte y equilibrar de nuevo en el resto de ingestas. En cuanto a entrenamiento, modifica o adapta tu plan a tu vida social.

Es fácil de decir pero ¿cómo podemos “equilibrar” nuestra vida en estas semanas? Te propongo estos consejos:

a/ Si vas a una cena social, toma una merienda de manera que no llegues con el estómago totalmente vacío y te abalances sobre lo primero que pilles. Se supone que con el estómago medio lleno podrás elegir que entrantes consumir. No hace falta que lo pruebes todo.

  b/ Modera las bebidas. Tanto los refrescos como el alcohol suponen una fuente de calorías extras que realmente no nos aportarán beneficios nutricionales. Disfruta del evento con una copa de vino, quedan muchas cenas por delante, si además tienes que conducir a la vuelta prescinde incluso de la copa y “matas dos pájaros de un tiro”.

c/ Cortar el círculo vicioso. A veces, al propasarnos en alguna comida, intentamos remediarlo con un ayuno posterior en la cena, con lo que amanecemos con más hambre de lo habitual, si encima hay sobras en casa caemos en la tentación de “picotear” de aquello que más nos gusta. No te saltes comidas, aunque seguramente tendrás que reducir la cantidad, evalúa qué comiste y qué necesitas, apuesta por comidas posteriores ligeras (verduras, sopas, algo de pescado blanco o huevo..).

A la hora de ir a entrenar, una sesión de series post comida navideña puede ser frustrante. Tienes la opción de sustituirla por un rodaje y cambiar las series a otro día de la semana o bien adaptar la sesión y hacer cambios de ritmos intentando subir la intensidad a medida que avanza la sesión si te encuentras bien.

Se aproxima un mes de eventos, comidas, cenas y cambio en las rutinas, es importante gestionarlo bien para que solo “paguemos” las consecuencias durante estas fiestas y la situación de malestar no se dilate las siguientes semanas. Dependerá de ti llegar a finales de enero acusando excesos.

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