El neozelandés Kris Gemmell se saltó tres controles antidoping

El triatleta neozelandés Kris Gemmell ha sido sancionado con 15 meses por saltarse las reglas antidopaje.

Gemmell, nacido en 1977, se retiró del las competiciones ITU en 2012, tras haber estado en 2 JJ.OO. Sin embargo aun estaba estaba en el programa de paradero de atletas, ( válido para saber donde se encuentran los atletas y poder hacerles controles sorpresas ) . Gemmell fue citado por la Drug Free Sport NZ (DFSNZ) a principios de año para cumplir con el programa, cosa que no hizo.

El caso fue desestimado por el Tribunal de Deportes de NZ, pero el DFSNZ recurrió ante el TAS, que ayer ha fallado una sentencia en la que se sanciona al triatleta, o ex triatleta a 15 meses.

La sentencia está motivada en que Gemmell no cumplió con las normas del programa de detección del paradero del atleta:

El programa es utilizado por las organizaciones antidopaje de todo el mundo y requiere que los atletas que den periódicamente detalles de su ubicación para que puedan estar localizados en cualquier momento para los controles antidoping.

Según la normativa vigente, si la agencia anti dopaje no logra dar correctamente con su paradero, o si el atleta se pierda un control tres veces en el espacio de 18 meses, se considera una violación de las reglas anti-doping.

La DFSNZ argumentó que Gemmell se había perdido dos controles y había presentado información incorrecta en otra ocasión dentro de un período de 18 meses. Ante ello el Tribunal de Deportes de NZ desestimó el caso, diciendo que el primer control fallido no debe ser contado porque no se tomaron las medidas razonables para localizar al Sr. Gemmell, es decir llamándole para hacerle saber que un funcionario de la agencia, se encontraba en su lugar asignado para hacer el control.

Pero el TAS no estaba de acuerdo con la apelación del Tribunal de Deportes de NZ considerando que: «Una llamada telefónica para notificar a un atleta que un oficial de control de dopaje está presente da a aquellos que se dopan el tiempo y la oportunidad de alterar la integridad de la muestra si así lo deciden. Cosa que va en contra del propósito de la prueba sorpresa.»