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La importancia del Plan B

Tener un Plan B nos puede salvar una mala jornada.

Casi el 90% de los triatletas vamos a las competiciones con un esquema de carrera determinado, un resultado o actuación en la cabeza, luego muchos en los momentos previos dicen la típica frase de “ yo vengo a ver que pasa, a acabar sin más ”, mentira, es lo típico que se dice para tener un colchón que amortigue una posible cagada.

Esta idea predeterminada sobre tu actuación en la competición, a veces puede ser peligrosa, evidentemente hay que tenerla, lo que se llama espíritu competitivo, para ir simplemente a acabar te haces un entrenamiento de las mismas distancias y te ahorras la inscripción y el viaje. Sin embargo como he dicho, tu idea preconcebida de cómo será tu actuación en la competición, puede ser peligrosa. Es decir, que si las cosas no van bien en la carrera, esa idea previa de actuación te puede bloquear y hacer que te retires.

Por ello la importancia de tener un Plan B, es decir, ir a una carrera con una segunda idea previa en la cabeza, que nos ayude a continuar si la idea previa original nos falla.

Pondré un ejemplo de una ocasión en la que personalmente me ayudó mucho mi Plan B, fue en mi único IM; aquel año 2007, por una serie de circustancias, me pude permitir el lujo de trabajar escasamente unas 15 h a la semana, con ello me dedique a entrenar casi como un profesional para afrontar un IM, pese a volver a competir después de 5 años sin hacerlo, en los que entrenaba nada más que 3 sesiones al mes. Afronté el reto creyendo que podría hacer 8:47, más que nada para superar la marca que 16 años antes había conseguido mi amigo Alix, con todo esto fui a por ello. A falta de un mes me di cuenta que esa marca sería imposible, por lo que me fui a por las 9 h. Todo iba según lo marcado hasta el km 1 de la maratón, allí solo se me vino un pensamiento “ me quedan 41 km a pie ”, entonces me pare a caminar, y así hice toda la maratón, corriendo y andando. En esos momentos pude finalizar gracias a que llevaba un plan B, acabar como fuera, finalmente hice 10:11, satisfacción escasa pese a ser mi primer Ironman, pero al menos acabe.

Después de esta batallita, os daré unas pautas para llevar bien la idea previa de actuación y el uso de un Plan B en el momento justo.

1. Lleva una idea preconcebida acorde a tus posibilidades, los pájaros en al cabeza son causa de retiradas. Hay algo que no falla, tus tiempos en los entrenamientos casi siempre serán mejores que los que puedes hacer en competición, más que nada porque solo haces esa sesión en un entrenamiento. Si no llegas a unos mínimos no pretendas ir más fuerte en carrera.

2. Respeto por tus rivales; por muy fuerte que estés, aunque llegues en tu mejor forma, cuenta con que no sabes como está tu rival, muchos usarán trucos de momentos previos, como; yo no entrene, estoy fatal… son trucos simplemente, ten en cuenta que si se está fuerte es porque se ha entrenado. Así que si en una carrera ves que alguien que no contabas te está machacando, usa el Plan B, yo estoy fuerte y sigo a lo mio, piensa que si el otro está así es porque también entrena.

3. Momentos de flaqueza, hay momentos en la competción que físicamente no puedes o te vienes abajo, ten un Plan B, mantén la cabeza fría afloja el ritmo y adelante, no pienses que estás mal porque te empezarás a hundirte y acabarás por retirarte, simplemente piensa que ese no es tu ritmo pero que a otro no mucho menos rápido si que puedes.

4. Es muy frecuente en un IM ponerse a caminar, ahí comienza tu tumba. Hay un truco que personalmente pongo en marcha en entrenamientos, ya que nunca más intenté un IM, y con mucha concentración funciona. Suelo llevar el cuerpo al límite de la explosión, mejor dicho a la explosión, para simular lo que puede pasar en competición, y luego sigo. En lugar de pararme, continuo a otro ritmo inferior, marcándome puntos de referencia, así fijo la mirada en una señal, un arbol, un cartel … en un horizonte no muy lejano, y corro a él siempre fijándome solo en ese punto, cuando estoy llegando, localizo otro y hago lo mismo y así sucesivamente. Puede ser un buen Plan B.

5. Otro Plan B apropiado, el de optimizar tu fracaso. Vas a una carrera con un objetivo, pero desde el principio ya ves que no lo conseguirás, puedes sacar al menos algo positivo, intenta probar cosas nuevas, por ejemplo intentar marcar el mejor registro a pie posible, para ello relaja en bici, y corre a tope para poder saber cual sería tu límite, o ya tiraste la toalla en bici, te pasa uno e intentas seguirle hasta ver a donde puedes llegar…cosas de ese tipo.

6. Por último, aunque yo sea la persona menos indicada para dar este consejo. Salvo fuerza mayor, rotura de bici, caida seria o cosas similares, no te retires nunca, la carrera da muchas vueltas. Yo me solía retirar cuando las cosas no iban como quería, con el tiempo me di cuenta que fue lo peor que pude hacer, desde que tengo al hijo prometí no retirarme nunca, y se nota, la carrera cambia mucho, he incluso llegado a ganar en V1 una carrera con una rotura de fibras en el gemelo, solo por lesión grave o rotura mecánica me he retirado.

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