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Exigencia de seguridad a las federaciones

¿Necesita el triatleta velar más por su seguridad que por el desarrollo deportivo de la prueba?

Sonia Bejarano nos habla y pone la alarma tras lo visto en el Mundial 2017.

» Evidentemente todas las federaciones (internacional, nacional, autonómicas) y organizadores de pruebas deportivas, ya sean federadas o privadas, marcan como una de sus prioridades la seguridad de sus deportistas que son además sus clientes. Sin embargo, todo evento está sujeto a accidentes y circunstancias que deberíamos revisar para evitar consecuencias futuras más graves.

En el último mes, hemos evidenciado algunos sucesos en pruebas de la federación internacional de triatlón (ITU) que quizás debieran servir para recapacitar y sopesar hacía donde queremos desarrollar este deporte.

El caso más reciente, sucedido en Rotterdam en la final de las Series Mundiales WTS, donde alarmaba el triatleta talaverano Alarza a los medios, que se avisó tarde (los triatletas ya habían nadado en el circuito de natación) y de manera indirecta (en reunión técnica entrenadores), de la superación del nivel máximo permitido por contaminación bacteriana.

A consecuencia, en el equipo español Cecilia Santamaría, mermada por esta intoxicación, no pudo terminar la prueba y Routier, también afectada, defendió la vigésimo quinta posición. No debemos olvidar que un episodio de este tipo puede echar al traste no solo un resultado puntual (una prueba WTC), sino el Mundial entero o el resto de temporada.

La seguridad de los circuitos es otro punto a tratar.

Todos aceptamos recorridos que favorezcan la participación ciudadana, el espectáculo y facilidad de seguimiento para los medios. Recorridos a vueltas relativamente cortas resultan además más manejables para la organización, sin embargo, se está avanzando en el segmento ciclista hacía un desarrollo, no ya técnico por las continuas trazadas necesarias para recorrer un circuito imposible, si no pobre en cuanto a la exhibición de capacidades.

En algunas pruebas como Hamburgo, las vueltas no superan los 5km (3,5km) y zonas tan estrechas dificultaba el paso de grupos y el seguimiento de la propia moto encargada de la cobertura de carrera. La triatleta Miriam Casillas, en su última retransmisión, admitía la tendencia de estos recorridos poco exigentes debido al enlace continuo de curvas.

Otro punto de discusión en el segmento ciclista son los carriles compartidos de ida y vuelta separados por conos. De nuevo, en otra serie mundial como Estocolmo se aprecia el punto conflictivo y convergente entre la trazada de salida de una curva en un sentido, con el comienzo de la trazada de la curva en sentido contrario.

Estos puntos mal delimitados y otras situaciones padecidas a nivel nacional y autonómico, pueden o han provocado accidentes a consecuencia de circular grandes pelotones en sentidos opuestos. Debería suprimirse.

Respecto a los tramos del sector ciclista abierto al tráfico. La última noticia relativa al tema nos llegó desde Canadá durante el Campeonato del Mundo de larga distancia. En un tramo estrecho de 2km de longitud, con tráfico abierto a ambos lados, donde no se podía apenas adelantar a otro triatleta, una de las consecuencias fue un atropello al triatleta francés Viennot. De los nuestros, Dapena sería descalificado al no poder aguantar la presión de perder tiempo por aguardar detrás de un grupo de edad doblado.

Por último, las salidas en oleadas plantean a veces serios quebraderos de cabeza a organizadores. Aun estando separadas con tiempo suficiente un grupo de edad de otro (5´), llegan a coincidir deportistas de niveles muy diferentes en el circuito de bici de pruebas federadas y/o privadas (velocidades de 40km/h frente a 25km/h). Esto supone adelantamientos con mucho riesgo para el “adelantado y adelantador”. Quizás pudiera solucionarse con recorridos más largos. Ha habido casos de accidentes por estas circunstancias.

Como resumen, aunque todos sabemos que el/la triatleta es un/a superviviente nato/a y se adapta a cualquier circunstancia quizás sea el momento de establecer, al igual que ocurre en circuitos de velocidad (motociclismo o automovilismo), rectas de una mínima longitud para que el trabajo físico sea la cualidad determinante y una regulación de los radianes en curva, así como el número de éstas, de manera que se evitaran curvas excesivamente cerradas y se estableciera un número máximo de las de 90º tendiendo a la desaparición los giros de 180º (desde luego, nunca delimitándolo con conos).

Del mismo modo que en ciclismo no se permiten recorridos de ida y vuelta deberíamos exigir también los triatletas esta normativa. Quizás sea necesario redactar, como tiene la Unión Ciclista Internacional (UCI), una guía de seguridad para que estos accidentes que son anecdóticos llegaran incluso a erradicarse.

FOTOS: ITU

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