Pixel

Las reglas del triatleta ecológico

¿ Eres un triatleta sostenible ?

Sonia Bejarano nos da una lección de como ser un triatleta comprometido con el MA

sonia-bejarano
Sonia Bejarano

Como triatleta, seguramente eres amante de la naturaleza. ¿A quién no le gusta nadar en un agua limpia y repleta de vida, pedalear por carreteras sin polución o correr por dehesas o montes libres de residuos y cruzarte con animales salvajes? Seguramente pensaréis que sois respetuosos con el ambiente en el que practicáis vuestro deporte favorito pero ¿qué medidas están en tu mano para dejar una menor huella ecológica?

La huella ecológica sirve como indicador del impacto ambiental que generamos al consumir los recursos del ecosistema del planeta comparado con la capacidad de regeneración de la Tierra. Es una representación del área de tierra o agua productiva (también volumen de aire), necesarios para generar recursos y asimilar residuos producidos de acuerdo al modo de vida. Puedes calcular tu huella ecológica individual y también pueden calcularse las de poblaciones, regiones, países, sociedad industrializada o agrícola… El objetivo es evaluar qué impacto tiene sobre el planeta nuestra forma de vida y compararla con la biocapacidad del planeta. Con este concepto puede compararse las emisiones producidas al trasportar un bien, con la energía requerida para ese producto en una misma escala, hectáreas.

De este modo, resulta obvio comprobar que el mundo occidental está consumiendo más recursos de los que es capaz de generar. España consume el triple de lo que genera, EEUU el quíntuple, Canadá y Australia el cuádruple. A nivel mundial, el planeta consume un 30% más de lo que es capaz de producir. La huella ecológica media mundial es de 2,85ha/persona. El 20% de la población que vive en zonas ricas consume más del 60% del producto económico mundial y genera el 60% del total de los desechos (la huella ecológica depende en gran medida del uso del vehículo propio; fuente: www.wwf.org)

Pero, ¿qué está en nuestra mano? Como triatletas, seguramente consumamos más recursos que una persona normal; en cuanto a alimentación nuestras necesidades e ingesta es mayor, nuestros desplazamientos a competiciones cada vez a lugares más exóticos conllevan unas emisiones (en el viaje a Hawaii Jaime y yo intentamos calcular los litros de combustible y emisiones de C02 consumidos por pasajero, afortunadamente el vuelo iba lleno) y generalizando, nuestro estilo de vida rápido y elevado se lleva por delante un montón de recursos sin apenas darnos cuenta.

Empieza por tu alimentación:

En el mundo se consumen 43kg de proteína animal por año y persona; los países desarrollados consumimos 76kg por año y persona mientras que los países en vías de desarrollo consumen 33kg/año y persona. El cuerpo humano, necesita de media 56gr proteína animal al día, lo que a lo largo de un año puede conseguirse mediante el consumo bien de 33kg de carne magra ó 45kg de pescado ó 60kg de huevos ó 230litros de leche (o sus combinaciones). En Europa, sin contar la proteína procedente de huevos, leche y pescado (solo haciendo referencia a carne magra), consumimos el doble de la proteína que necesitamos anualmente (fuente; FAO, departamento de agricultura y protección del consumidor). Básicamente, no es necesario consumir la cantidad de carne que actualmente tomamos, en primer lugar, porque no la necesitamos y en segundo lugar porque la huella ecológica que genera parece insostenible. La proteína de origen vegetal por su digestibilidad no sale “desfavorecida” respecto a la animal. No infravalores el poder proteico de la soja, garbanzos, alubias y resto de legumbres, al menos el 50% de las proteínas ingeridas en tu dieta deberían proceder de fuentes vegetales.

En la compra:

Invierte en medio ambiente y producto nacional. Seguramente no eres el único que se tira al precio estrella pero comprueba la procedencia del país de origen del producto, apuesta por producto nacional o local si tienes la oportunidad. Transportar un producto durante miles de kilómetros no solo acarrea una huella ecológica mayor sino que el producto (en el caso de un alimento), no habrá completado su fase de maduración idónea (si además nos adentramos en temas de salarios de jornaleros y fomento de trabajo, mercado e industria nacional que rodea a la producción de un alimento o artículo, derivaríamos en otro tema no menos importante de enriquecimiento de economía nacional. Piensa que para cultivar un tomate hay muchos mercados interactuando; el agricultor, la maquinaria usada, el jornalero, uso de fertilizantes, semillas… mercados que fomentamos en el extranjero al consumir alimentos de procedencia foránea). Hay cadenas en Estados Unidos promoviendo el concepto Low-Food; bajos precios en productos de alta calidad de origen nacional. En España cada vez hay más oportunidad de comprar directamente al agricultor vía cooperativas o grupos de consumo, colmenas, cestas a domicilio o agrotiendas. Consume además productos de temporada por su riqueza nutricional y propiedades organolépticas (aroma, sabor etc). Puedes consultar aquí el calendario: http://www.ocu.org/alimentacion/alimentos/calculadora/calendario-de-frutas-y-verduras

-La regla de las tres R, Reducir, Reutilizar, Reciclar.

Apuesta por un consumo responsable. El orden de estos tres conceptos no es baladí. A pesar de lo mediatizado que estamos todos con el reciclaje, la cadena empieza en el origen, en la primera R, en Reducir nuestro consumo en bienes y/o energía, básicamente, no gastes lo que no necesitas. Reducir o eliminar materiales de un solo uso (embalajes), adaptar electrodomésticos en función de necesidades y reducir pérdidas energéticas o de recursos (agua, desconectar aparatos, etc). Cada vez hay más empresas que producen productos sin contaminantes (100% biodegradables para que al terminar su vida útil su impacto en el medio sea mínimo). Reutilizar, darle más de una vida útil a un material o producto, por ejemplo reparándolo o donándolo para que alguien lo use. En último lugar, como última alternativa, el Reciclaje. Es la más popular por el sistema de consumo actual que usa envases reciclables (plásticos y briks) pero que no son biodegradables, necesitándose un empleo mayor en personal y energético en este proceso. Como ejemplo, el vidrio y plástico pueden reciclarse una vez se calientan y funden para darles una nueva forma y volverse a utilizar desde su principio aunque generalizando, su eficiencia no es cien por cien, en el caso del vidrio si es completamente reciclable y de una botella podría obtenerse otra.

Apuesta por tecnología eficiente.

Especialmente en aparatos de aire acondicionado y calefacción y regula la temperatura convenientemente. Además de ahorrar recursos, a la larga también representará un ahorro económico. http://www.aireacondicionado-hitachiaircon.es/es/en-tu-casa/aire-acondicionado

-Movilidad sostenible.

Engloba todas las prácticas de movilidad responsable (transporte público, bicicleta, compartir coche…) y el desarrollo de tecnologías que amplíen las opciones para este tipo de movilidad. Nuevas tecnologías como vehículos eléctricos, híbridos (Honda Insight, Toyota Prius) o vehículos de pila de combustible de hidrógeno -en lo que basé mi desarrollo de Tesina y Doctorado- (como el Honda FCX Clarity). Los desplazamientos del triatleta, al trabajo, a los entrenamientos, a las competiciones, a la compra, al fisio, a comprar material, a recoger a los niños… Bien merece una revisión.

Fuente de energías alternativas

A los combustibles fósiles. Por supuesto no son la panacea, el coche eléctrico podrá tener 0 emisiones sin embargo utiliza un sistema de energía también con un impacto ambiental asociado. Es relevante confirmar la procedencia de la energía que utilizamos, una producción basada en la quema de productos fósiles (carbón, gas, petróleo), con el problema derivado de la limitación del recurso y altas emisiones de CO2 (considerada la causa del calentamiento global), parece no poder seguir siendo sostenible con los actuales ritmos de consumo. Una solución adoptada cada vez con más realismo, son las energías renovables o verdes (energía obtenida de fuentes naturales inagotables por su cantidad o energía que contienen como la eólica, hidráulica, geotérmica, energía azul o la solar entre otras). La energía nuclear es otro debate al margen. Animaos a investigar cómo ser más eficientes en vuestros trayectos, cómo aprovechar las energías renovables a la hora de construir una casa (bioconstrucción) o cómo incorporar en casa paneles o tejas solares para ahorrar energía y dinero.

-Por respeto al entorno y a otros deportistas no tires desperdicios, envases o restos de comida a las cunetas. El medio no necesita de tus residuos para subsistir y es desagradable llegar a un lugar y ver peladuras de frutas, plásticos y envases de barritas o geles (por desgracia cada vez más frecuentes en mitad del monte).

Si te atreves a calcular tu huella ecológica: http://www.tuhuellaecologica.org/

Por último me gustaría puntualizar que todos mis patrocinadores están concienciados con el tema de la sostenibilidad y eficiencia energética; Hitachi Aire Acondicionado apuesta por desarrollo tecnológico con aprovechamiento energético, Pago Los Balancines es una bodega que en cada proceso, desde la construcción de su edificio al sistema de cultivo (sin utilizar fertilizantes o pesticidas químicos) cuida la sostenibilidad de su medio. Virklon, empresa textil con emplazamiento local, en Pinto (Madrid), produce y confecciona el 100% de sus unidades en España, o Brooks que trata de usar material reciclable en sus embalajes y fabricó una zapatilla, Green Silence, 75% procedente de a productos reciclados.

¿Hasta cuándo podremos sostener el nivel de vida actual? Intentemos prorrogarlo.

También podría gustarte Más del autor