Los pros y los contras de correr en el IRONMAN de Hawaii
Vicenç Castellá, triatleta finisher en el IRONMAN de Hawaii, nos analiza que supone para un GE esa prueba.
El pasado 29 de junio, en la localidad francesa de Niza, disfruté del que ha sido seguramente, mi mayor logro en mi humilde periplo por el triatlón. Tras 9h y 37’ entré en tercera posición en mi grupo de edad y obtuve la clasificación automática para participar en el Campeonato del Mundo de distancia Ironman en Kailua-Kona, Hawaii.
Mientras escribo estas líneas, ( ya hace una semana que regresé de Kona con la anhelada medalla de finisher ) me vienen muchos recuerdos y vivencias a la cabeza que han tenido lugar durante estos meses previos de dura y constante preparación. El camino ha sido largo y muy trabajado, ha habido momentos buenos y otros no tan buenos pero el recuerdo y la experiencia vivida no me la va a poder arrebatar nadie.
Intentaré sintetizar de la forma más clara y concisa posible los pros y contras que me he experimentado al cumplir mi sueño:
Pros:
– La experiencia vivida es única e inolvidable. Cualquier amante de este deporte debería poder experimentar al menos, una vez en la vida, la cantidad de sensaciones que se viven nadando en el Pier, Pedaleando por Queen-K o corriendo por Ali’i Drive.
– Kona es triatlón. Allí están representados los mejores triatletas de la distancia y compartir charlas y entrenos con ellos es un verdadero lujo y una fuente de conocimiento fantástica. Sólo llevo 5 años en éste mundo así que cada día aprendí cosas nuevas.
– Hay quien valora mucho el logro conseguido. El hecho de estar allí te permite conocer gente que está en la misma sintonía que tú y con algo de fortuna se te pueden abrir puertas que nunca antes habías imaginado.
– Disfrutar de la isla. Seguramente de no ser por el Ironman nunca hubiese ido a Kona. Gracias a ello he podido explorar un entorno totalmente distinto a lo conocido hasta el momento y para mí competir en la otra punta del mundo con paisajes y condiciones climatológicas tan exóticas ha sido un valor añadido que siempre perdurará en mi interior.
Contras:
– Viajar a Kona es muy caro, sobre todo si viajas des de Europa, pues la distancia y la diferencia horaria te obligan a estar varios días más que en cualquier otra competición con todo lo que eso conlleva. Aviones, estancia, dietas, alquiler coche, gasolina y claro que sí, algún que otro recuerdo hacen que el mayor de los sueños para un amateur de la larga distancia sea un verdadero bolsillo sin fondo.
– Para lograr la clasificación, a no ser que seas un superclase (está claro que no es mi caso) tienes que dedicarle muchas horas al entrenamiento, a cuidarte, a descansar…pero como no profesionales que somos, tenemos muchos más asuntos que atender como la familia, el trabajo, el ocio… y a veces es complicado saber gestionar todo. Si no cuentas con el apoyo de todos y cada uno de estos grupos… será misión casi imposible lograrlo.
– 3 días antes de partir hacia Kona me quedé sin trabajo. El mejor momento de mi vida podía convertirse en una pesadilla. Tengo la suerte de gozar de una familia y amistades fabulosas que han hecho todo lo que estaba en sus manos para que no me quedase mal sabor de boca en tan anhelado viaje.
– Por lo que a la carrera se refiere, no es el circuito más bonito que he visto. No entro a valorar la dureza ni la velocidad pues es un campeonato del mundo y nadie dijo que sería fácil, pero con las maravillas que he visto por Hawaii, podrían sacar circuitos espectaculares.
– A nivel de rendimiento, tal vez sería idóneo romper con todo el miticismo de Kona e ir rotando el Campeonato en distintas sedes por todo el mundo. Por suerte, ya se empieza a hacer en 70.3 para igualar las condiciones y es que la orografía de Kona es tan específica que no permite triunfar a cualquiera, por no hablar del temido jet-lag y la humedad extrema que tanta mella puede dejar.
Por lo tanto, se perdería la esencia (tal vez marketing) de ir a Kona, pero siguiendo el mismo sistema de clasificación, sería mucho más justo rotar de sede cada temporada para huir de los favoritos habituales.